Todo el mundo sabe mover el cuerpo al ritmo de la música, todo el mundo sabe hacer cuatro pasos coordinando los pies con los brazos. Pero transmitir, eso es lo difícil.
Cuando asistimos a clase de baile podemos aprender nuevos pasos y movimientos, podemos aprender a hacer grandes saltos y giros que no todo el mundo sería capaz de realizar sin una buena base y sin un gran esfuerzo. Los profesores están para enseñarnos y corregir nuestros errores, pero cuando se trata de transmitir emociones mientras bailamos, nadie nos puede enseñar.
Cuando bailas, a parte de realizar una serie de pasos acompañados de una melodía, también hay que saber mostrar al público una serie de sentimientos, amor, tristeza, odio, sorpresa, etc... A la vez que bailamos tenemos que saber contar una historia y para ello, es necesario meterse en la piel de un personaje; saber cómo se siente, cómo se comporta y cómo actúa según la situación. Nadie puede ayudarnos, sólo nosotros mismos somos conscientes de lo que sabemos hacer en un escenario, puedes subirte a uno de ellos y bailar, pero nada tendría sentido si tú no eres capaz de transmitirle al público, a parte de los movimientos, lo que puedes demostrar al mundo con tus sentimientos y emociones.
Por eso cuando vayas a actuar, cuando empiece a sonar la música, recuerda que lo importante no es hacerlo todo perfecto; ya que la perfección no existe, lo importante es decirle a los espectadores que disfrutas bailando, que sin el baile no podrías ser lo que eres ahora y que la danza es tu vida.
me encanta, te ha salido muy bien y te doy toda la razón del mundo :)
ResponderEliminarMuchas gracias, tan sólo pongo lo que pienso y siento sobre la danza.
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