Todos, absolutamente todos hemos tenido malas rachas y
épocas en las que no nos sale nada y perdemos confianza. En algún momento de
nuestra vida nunca nos hemos sentido cómodos con nuestra forma de bailar.
Muchas veces sientes que no eres capaz de hacer ningún ejercicio o que
simplemente no vas a las clases de baile con las mismas ganas, ya sea por lo
anterior dicho, por malas situaciones por las que estés pasando o porque ya no
estás a gusto con la clase, profesores y compañeros. La única explicación que saco
es que tenemos la autoestima baja, no nos creemos capaces de hacer cosas que en
realidad si que podemos realizar y que además, en muchas ocasiones ya hemos
realizado. Pero ese momento en el que crees que nada te va a salir y que nada
merece la pena, hay que llenarse de orgullo, hay que
pensar en todo lo vivido, hay que pensar que nadie te dijo que conseguir tus sueños fuera fácil. Si ya piensas que tus ganas de bailar se han marchado,
reflexiona, y empieza a plantarte que antes era con el baile con lo que más
disfrutabas, que el baile era tu vida entera y que ahora por culpa de una mala
racha te vienes abajo e incluso llegas a dejar la danza. Lo único que voy a
añadir es, que llevas muchos años
bailando, muchos años de práctica y sacrificio y ahora no puedes rendirte, has
pasado por un montón de baches y curvas y ahora no puedes estar así,
simplemente disfruta del baile, que es tu vida, no te preocupes por las
inseguridades y las bajas, al final volverás a tener la misma confianza que
antes, incluso puede que tengas más. En la vida hay que ser fuerte, no nos
podemos rendir a la primera, hay que seguir luchando, porque es así como se
consiguen los resultados, y con ello los sueños..
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